Un día como otro cualquiera, Mari Cruz nos envió unas fotos de un par de gatitos con problemas en los ojos, que necesitaban atención y curas. Ella busca adopciones y gestiona ocho colonias de gatos establecidas en Elche junto a otros voluntarios, por lo que es habitual que nos traiga felinos que necesitan de atención veterinaria, medicamentos, cuidados especiales o esterilización para que no se descontrolen las colonias.
Esta pareja de gatitos en concreto, a la que de forma cariñosa hemos llamado Rubio y Siamés por motivos obvios, estaban en un estado límite. Nos envió unas fotos donde aparecía Rubio con un ojito muy enfermo, que ni podía abrir. Y compartiendo jaula con él, estaba Siamés.
Viendo el mal estado en el que estaba Rubio, le dijimos que nos lo trajese a la clínica, y una vez con nosotras, comprobamos que estaba incluso peor de lo que podíamos imaginar. Tenía un ojito muy mal, ni siquiera podía abrirlo, y no sabíamos si conseguiríamos recuperarlo y que pudiera tener una visión normal. Además tenía mucha tos productiva y mocos, por lo que estaba muy débil, deshidratado y malnutrido para su corta edad.
Nos volcamos Rubio para que empezara su recuperación, pero aproximadamente dos semanas después, llegó la noticia que nos esperábamos... Como Rubio había compartido jaula con Siamés y como los cachorros son tan propensos a coger enfermedades, le había transmitido las bacterias y su estado actual era mucho peor que el de Rubio cuando lo recogimos.
Siamés, además de tener muchos mocos y estar muy delgado y débil, llegó con los dos ojos totalmente cerrados, inflamados y supurantes, con tal gravedad que nos pusimos a pensar cómo podíamos recaudar fondos para operarle de los ojos, porque creíamos que habría que extirparlos e irremediablemente quedaría ciego.
Nos desvivimos totalmente por ellos. Estuvieron ingresados y nos turnábamos para venir todos los días, incluso los domingos, a hacerles las curas, alimentarles, limpiarles, darles mimos y cariño... y tras muchas semanas, conseguimos que poco a poco fueran recuperándose, hasta el punto de que Siamés, que era el que peor estaba, parece que no haya tenido jamás ningún problema en los ojos, y tiene la visión perfecta, y Rubio por su parte también está totalmente recuperado, a excepción de un leve lagrimeo ocasional en el ojito que tuvo enfermo.
Inicialmente nuestra idea era buscar para ellos una adopción conjunta, porque con todo lo que esta pareja ha pasado a pesar de su corta edad, como se han hecho tanta compañía y se han apoyado tanto, no nos parecía justo separarlos.
Sin embargo, como les hemos cogido tanto cariño y hemos sufrido tanto por ellos de pensar en que algo podría salir mal, finalmente han pasado a formar parte de la familia de Ana, nuestra veterinaria, y ahora son dos gatos preciosos, súper sociables y sanos de 5 meses que solo tienen ganas de jugar y recibir mimos, que también comparten su vida con Tana y Nata, las dos perras que son las reinas del sofá de su casa, y no han dudado en aceptarlos en la manada, encajando perfectamente y haciendo piña todos juntos.